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En el Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, diferentes instituciones, organizaciones y empresas realizan un llamamiento para la reducción de pérdida de alimentos por su importante impacto en desigualdades sociales y medioambientales.


Una sexta parte de los alimentos que consumimos acaban en la basura porque están caducados, porque no podemos comer todo lo que hay en el plato o porque no nos gustan. Por otro lado, la FAO calcula que el desperdicio de comida es responsable del 8 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, el 30 % de la tierra agrícola se destina a cultivar alimentos que nunca se consumirán y un 21 % de agua dulce se desecha para su producción. El mundo desperdicia alimentos, mientras 828 millones de personas padecieron hambre en el mundo en 2021, 46 millones más que el año precedente. (FAO).
 

En un estudio realizado por BCG en 2018 estableció que en el mundo producimos 4.678 millones de toneladas de alimentos, pero se desperdiciaba más de un tercio del total cada año. Para poder combatirlo es interesante saber cuántos alimentos de cada categoría se producen y calcular realmente cada porcentaje (FAO & National Geographic, 2016). Los datos muestran que casi la mitad de las frutas y verduras, raíces y tubérculos producidas se desperdician a lo largo de la cadena de suministro.

 

  • Frutas y verduras: se desperdician 644 millones de toneladas (42%)
  • Cereales: se desperdician 347 millones de toneladas (22%)
  • Raíces y tubérculos: se desperdician 275 millones de toneladas (18%)
  • Lácteos se desperdician 143 millones de toneladas (9%)
  • Carne: se desperdician 74 millones de toneladas (5%)
  • Semillas y legumbres: se desperdician 50 millones de toneladas (3%)
  • Pescado y marisco: se desperdician 22 millones de toneladas (1%)

Desperdicio en Euskadi

Trasladados a una realidad más cercana, en Euskadi el desperdicio alimentario alcanza las 311.558 toneladas / año, cantidad equivalente a 142 kg persona /año; a nivel Europeo ronda los 173 kg. (Acceso al informe).
 

En Elkolab asesoramos a empresas alimentarias de diferentes sectores a reducir el desperdicio, mejorando su competitividad, impacto medioambiental y económico.


¿Dónde se produce el desperdicio de alimentos en Euskadi?:
 

  • Hogares se desperdicia el 44,7% (139.266) equivalente a 63,5kg persona/año.
  • Transformación: 23,8% o 74.306 tn/año.
  • Distribución: 20,4%, 63.674 tn/año.
  • Horeca (Restaurantes y puestos de comidas): 9,5% ó 29.640 tn/año.
  • Producción Sector Primario 1,5%, 4670tn/año.

 

 


Una vez analizada qué productos desperdiciamos y en qué sectores se producen, en Elkolab pasamos a ofrecer una serie de consejos para reducir nuestro impacto alimentario:


Reducir perdida de alimentos en nuestro domicilio.

  • Planifica un menú semanal
  • Haz una lista de la compra con los productos necesarios
  • Seleccionar frutas y hortalizas feas
  • Almacena adecuadamente los alimentos
  • Diferencia entre la fecha de caducidad y la de consumo preferente
  • Congela correctamente los alimentos
  • Valorar las sobras
  • Calcula adecuadamente las cantidades
  • Coloca los alimentos más viejos delante de los nuevos
  • Aprovecha los alimentos para otra comida
  • Apoyo a productores locales
  • Dieta más rica en vegetales y legumbres
  • Compartir los productos

Claves reducir el desperdicio en la industria alimentaria

En esta misma línea y basados en las recomendaciones del ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, compartimos cuestiones claves para reducir las pérdidas y el desperdicio de alimentos durante la transformación en la industria alimentaria.
 

  • Formación del personallaboral y elaboración de protocolos de actuación.
  • Apostar por los productos de proximidad y de temporada. Además de canales cortos de comercialización.
  • Comunicación con proveedores y distribuidores para ajustar oferta y demanda, condiciones de entrega y estándares de calidad exigidos.
  • Considerar las ventajas de la inversión en infraestructuras y en innovación tecnológica para el proceso (aprovechamiento de las materias primas, mejora del rendimiento…).
  • Garantizar las condiciones adecuadas durante la manipulación, almacenamiento y transporte (temperatura, humedad…), especialmente en relación a las condiciones higiénico-sanitarias y en productos perecederos.
  • Llevar un adecuado control del stock y seguir elsistema FIFO para los perecederos (“Primero en entrar, primero en salir”) y el sistema LIFO para los no perecederos (“Último en entrar, primero en salir”).
  • Almacenar por grupos los productos según sean de baja o alta rotación, incluso en espacios diferenciados si se dispone de varios almacenes.
  • Garantizar la trazabilidad de los lotes para evitar tener que descartar más mercancía de la imprescindible si surge alguna incidencia.
  • Optar por los envases más óptimos para alargar la vida útil del producto (envases inteligentes, atmósferas controladas, materiales barrera…).
  • Adaptar la cantidad de producto envasado y las raciones a las necesidades reales del consumidor.
  • Etiquetar los productos de forma clara y de fácil interpretación por el consumidor. Incluir información sobre la conservación y preparación de los alimentos.
  • Realizar auditorías para identificar los puntos donde se generan las pérdidas y desperdicio de alimentos a lo largo del proceso productivo y sus causas, tomar medidas para su reducción o eliminación y realizar un seguimiento de los resultados.
  • Incluir la reducción de las pérdidas y el desperdicio de alimentos dentro de la política de responsabilidad social empresarial, haciendo partícipe a todo el personal laboral y a las relaciones con proveedores y clientes. ¡Una empresa comprometida con la sociedad y el medioambiente está mejor valorada!
  • Reciclar los productos que no se pueden aprovechar mediante las mejores alternativas, ahorrando en costes por su gestión y obteniendo un beneficio: alimentación animal, generación de biogás o compost.
  • Donar para no desperdiciar a los Bancos de Alimentos u otras organizaciones benéficas.
  • Compartir experiencias, dudas e inquietudes. Internet facilita el intercambio de información a través de páginas web especializadas como esta misma de la Estrategia, blogs y otras redes sociales.

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