El Sistema de Información Rápida para Alimentos y Piensos (RASFF) de la Comisión Europea registró un total de 1,686 notificaciones sobre productos alimentarios en los primeros meses del año 2004. Estas se clasifican en 417 alertas (25%), 704 notificaciones de información (41.5%) y 565 rechazos en frontera (33.5%).
Según el informe, estas notificaciones son, principalmente, de productos originarios de Europa (39%) y Asia (37%), seguidos a gran distancia por África (11.5%) y América (10.5%). Por países, Turquía, India y China acumulan gran parte de las notificaciones en Asia, mientras que Francia y Países Bajos fueron las principales fuentes de alerta en Europa. En América, Estados Unidos fue el origen del 37.5% de las notificaciones.
En cuanto a fuentes de contaminación, el informe RASFF recoge que el 22% de las notificaciones son consecuencia de fraude alimentario como declaraciones falsas o engañosas sobre los ingredientes, la procedencia o producción geográfica del alimento, sobre los procesos de producción, certificaciones… También entran en esta denominación la declaración de beneficios o características nutricionales y/o saludables del producto que realmente no posean.
Los residuos de fitosanitarios y medicamentos (20.5%) y contaminación biológica (19%) completan el podio de fuentes de contaminación más frecuentes. Según el informe de la Comisión Europea, otros factores importantes en cuanto a fuentes de contaminación fueron las toxinas naturales (16%), contaminación química (10.5%) y física (4.5%), el mal estado higiénico del producto (4%) y la presencia de metales pesados (3.5%).
Contaminantes y alimentos implicados
Entre las notificaciones de contaminación alimentaria más frecuentes de 2024 se encuentran los residuos de fitosanitarios, detectados en una variedad de productos como pimientos, cítricos, arroz, alubias y frutas exóticas. Otra preocupación es la presencia de sustancias prohibidas y nuevos ingredientes no autorizados en complementos alimenticios.
Las aflatoxinas, específicamente en cacahuetes, pistachos e higos, también han generado un alto número de las notificaciones recogidas por la RASFF en su informe. Además, las bacterias Salmonella Enteritidis y Salmonela fueron detectadas en pollo, mientras que la norovirus se encontró en ostras, recalcando la diversidad de amenazas que pueden darse a la seguridad alimentaria.
Tras el análisis de este informe, desde Elkolab, expertos en seguridad y calidad alimentaria, recalcamos la importancia de mantener una vigilancia continua en seguridad alimentaria y de establecer controles rigurosos para reducir los riesgos de contaminación en los productos alimenticios.