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El verano es una época de riesgo para el aumento de la incidencia de intoxicaciones alimentarias, dado que las altas temperaturas favorecen el desarrollo de microorganismos.

Al aprovechar el buen tiempo, la festividad y el cambio de hábitos, que nos anima a comer fuera de casa. Además de que la conservación de alimentos se puede prolongar durante más tiempo a temperaturas no adecuadas, no es de extrañar que aumente la incidencia de intoxicaciones alimentarias en verano.

En nuestra mano está evitarlo gracias a unas prácticas adecuadas. Es frecuente la realización de campañas de divulgación, para comunicar las medidas a tener en cuenta para prevenir y ayudar a evitar las intoxicaciones.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades de transmisión alimentaria afectan cada año a una de cada diez personas que, en el caso de menores de cinco años, pueden llegar a ser mortales.

Desde Elkolab, queremos aportar nuestro granito de arena y compartir recomendaciones a tener en cuenta, a lo largo del año y especialmente en la época estival para evitar este tipo de situaciones desagradables.
 

Recomendaciones para prevenir intoxicaciones alimentarias

  • Consumir alimentos correctamente cocinados; los alimentos pueden estar contaminados por microorganismos, que pueden ser eliminados por el calor. La temperatura de cocinado, debe ser mínimo de 70ºC en el centro del producto, 75ºC para alimentos que lleven huevo crudo. El tiempo de cocinado en ambos casos será de al menos dos minutos.
  • Manipular higiénicamente los alimentos y evitar contacto entre alimentos crudos y cocinados; mantener limpieza adecuada de manos, utensilios y todas las superficies de la cocina donde se manipulen los alimentos. Evitar compartir zonas donde se han manipulado alimentos crudos y para manipular alimentos cocinados, almacenar estos últimos evitando el contacto con alimentos crudos.
  • Consumir los alimentos inmediatamente después de ser cocinados. Hay que evitar dejar los alimentos cocinados a temperatura ambiente, lo ideal es un consumo inmediato, si no guardarlos cuanto antes en refrigeración.
  • Mantener la cadena de frío; si se llevan alimentos fuera de casa, además de portarlos correctamente cocinados, es importante mantenerlos en refrigeración. Elegir bolsas de transporte isotermas y plaquetas de congelación que ayuden a mantener el frío.
  • Proteger los alimentos del contacto con insectos y otros tipos de plagas. Las plagas, especialmente las moscas, son más habituales y hay que proteger los alimentos evitando el contacto con ellas.
  • Consumir alimentos en establecimientos que los mantengan convenientemente protegidos y en condiciones de temperatura adecuadas.
  • Beber exclusivamente agua potable. Evitar el consumo de agua de pozos o fuentes sin control sanitario, no sabemos la calidad microbiológica de esta agua y puede tener consecuencias negativas.
     

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