Con el aumento del interés por disponer de opciones de alimentos saludables con las que refrescarse durante las olas de calor y los meses de verano, la venta de fruta cortada y pelada en playas y otros espacios públicos aumenta considerablemente, suscitando preocupaciones sobre su seguridad; ya que si los alimentos no se manipulan de manera higiénica pueden contaminarse con bacterias patógenas como Salmonella, Listeria y Escherichia coli.
Desde Elkolab, como consultores especializados en seguridad y calidad alimentaria, nos hacemos eco de las recomendaciones que la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) para garantizan la protección del consumidor y la calidad del producto.
- Condiciones de almacenamiento: La fruta cortada y pelada debe ser mantenida a temperaturas adecuadas para prevenir el crecimiento de bacterias. En espacios al aire libre como playas, es crucial que los proveedores utilicen métodos efectivos para mantener la fruta refrigerada, idealmente por debajo de 5°C, para asegurar que el producto se conserve en condiciones óptimas.
- Higiene en el manipulado: La manipulación de fruta debe realizarse en entornos que cumplan con los estándares de higiene y seguridad. Esto incluye el uso de utensilios y superficies limpias y desinfectadas para evitar la contaminación cruzada. Los vendedores deben contar con procedimientos rigurosos de limpieza y desinfección para minimizar los riesgos.
- Empaquetado y presentación: La fruta debe estar empaquetada en condiciones que eviten el contacto directo con el entorno exterior. Los envases deben ser de un solo uso y proporcionar una barrera efectiva contra contaminantes ambientales.
- Información y etiquetado: Es fundamental que los consumidores reciban información clara sobre la fecha de caducidad, las condiciones de almacenamiento y los posibles alérgenos presentes en el producto. La transparencia ayuda a los consumidores a tomar decisiones informadas y a garantizar su seguridad.
La implementación de prácticas adecuadas de almacenamiento y manipulación es esencial para proteger la salud del consumidor y mantener la confianza en estos productos. En este caso, el seguimiento riguroso de las directrices establecidas por AESAN por parte de proveedores de fruta cortada y pelada en espacios públicos no solo protege la salud del consumidor, sino que también fortalece la confianza en los productos ofrecidos en el mercado.